La correcta administración de medicamentos es un aspecto muy importante para el bienestar y la salud, especialmente en personas mayores o pacientes con tratamientos complejos. A lo largo de los años, hemos pasado de utilizar los tradicionales pastilleros a una solución más avanzada y segura: el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD). En el artículo de hoy, te contamos las diferencias entre el pastillero convencional y el SPD, y por qué este último es una muy buena herramienta para mejorar la adherencia al tratamiento.
¿Qué se entiende por pastillero convencional?
El pastillero convencional es una herramienta sencilla y muy conocida, utilizada para organizar los medicamentos en compartimentos, generalmente divididos por días de la semana o momentos del día (mañana, tarde, noche). Aunque es útil para pacientes con tratamientos básicos, tiene limitaciones significativas en casos de polimedicación o regímenes farmacológicos más complejos.
El SPD: un salto cualitativo en la seguridad del paciente
El Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) ha revolucionado la manera en que los pacientes toman sus medicamentos. Este sistema, preparado y controlado por profesionales farmacéuticos, garantiza que la dosis correcta esté disponible en el momento adecuado, reduciendo significativamente los riesgos asociados con la medicación.
Entre las principales ventajas del SPD frente al pastillero convencional, podemos destacar:
- Seguridad y precisión. El SPD es preparado por el farmacéutico, quien garantiza que cada medicamento esté correctamente organizado en función de la prescripción médica.
- Mayor adherencia al tratamiento. Al ser un sistema más organizado y fácil de usar, el SPD favorece que el paciente siga su tratamiento de manera más rigurosa.
- Control profesional. El farmacéutico supervisa cada paso del proceso, lo que reduce al mínimo el riesgo de errores.
- Comodidad para el paciente. Los pacientes se sienten más seguros al saber que el sistema está supervisado por un profesional.
¿Por qué cambiar del pastillero al SPD?
El principal motivo para optar por el SPD es la seguridad. En la actualidad, muchos pacientes polimedicados corren el riesgo de cometer errores al organizar sus pastillas, lo que puede derivar en problemas graves para su salud. El SPD elimina prácticamente este riesgo, ya que el control del farmacéutico asegura que el paciente reciba la medicación correcta en todo momento.
Además, el SPD es especialmente útil para pacientes en residencias o con condiciones crónicas que requieren una mayor vigilancia. Este sistema no solo mejora la calidad de vida del paciente, sino que también reduce el estrés de los cuidadores y familiares, quienes pueden estar seguros de que el tratamiento se sigue adecuadamente.
Beneficios del SPD para las farmacias
El SPD no solo ofrece ventajas para los pacientes, sino también para las farmacias. Este servicio permite a las farmacias diferenciarse y ofrecer un valor añadido a sus clientes. Al proporcionar un SPD, los farmacéuticos pueden mejorar la adherencia al tratamiento de sus pacientes y aumentar la fidelización de estos.
Además, el SPD está respaldado por normativas y regulaciones que garantizan su seguridad y eficacia, lo que refuerza la confianza en este servicio.
Y tú, ¿te animas a dar el cambio? No dudes en contactar con nosotros para que podamos asesorarte y aconsejarte sobre cuál es el mejor SPD para tus pacientes. ¡En SDM estamos aquí para ayudarte!
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